Cada día son mas los amigos de panorama del piñón fijo, que buscan una bicicleta con la que aventurarse por caminos de todo tipo, y eligen la bicicleta de ciclocross o gravel, porque lo que ya os hemos hablado en otras ocasiones: por su versatilidad y por esa interacción especial con la bicicleta sin aditivos como las suspensiones.
Hace tiempo que vengo intentando hacer quedadas y escapadas gravel con mas amigos de otras partes del país , y de hecho hemos hecho algunas interesantes por el Camino de Santiago, pero no es fácil cuadrar agendas.
Resulta que nuestro colega Armando se ha hecho con una increíble Open, y necesitaba una evasión del ajetreo que le está suponiendo su nueva aventura empresarial Monnbikeshop, y un día con una calentada a raíz de un comentario en un video que vimos en facebook pusimos una fecha para reunirnos, el lugar tras mi insistencia debía ser Galicia, concretamente la Ribeira Sacra.
Aunque por las fechas yo confiaba en que podríamos conseguir cualquier alojamiento en temporada baja, no fue tan fácil (una vez que estás allí comprendes que esta es la época perfecta para visitar esa zona) y tuvimos que adaptarnos a una casa que encontramos por Airbnb, por lo que tampoco pudimos llevarnos a mas amigos a los que seguramente les hubiese gustado venir.
Para esta aventura, nos reunimos viejos amigos del mundo de los criteriums como Javier (Poclov) a lomos de su PlanetX customizada como sólo el sabe, Armando a con su Open Cycles, una máquina increíble pensada para el gravel y montada con las mejores delicatessens del mercado como todo su parque móvil , Lolo con unha Niner de aluminio, el artífice de las fotazas que veréis Mario Cranks, pedaleando sobre una Willier con la que acabada de hacerse, Yago de Northern Lighs Ap sobre la Specialized Tricross de tubería Columbus, y un servidor sobre su Poloandbike Savage que lo mismo compite en el gallego de Cx que explora senderos por la Galicia profunda.
En la primera noche como era de esperar y tras tiempo sin vernos nos dieron las altas horas de la madrugada poniéndonos al día con una botella (varias) al calor de la chimenea, y el sábado costó levantarse, y aunque el día estaba de perros, no quedaba otra, había que lanzarse al barro!
Y así fue, si resulta divertido salir con estas bicicletas por carreteras de gravilla, pistas y senderos, hacerlo con un grupo numeroso de amigos y casi sin saber por donde vas rodando tirando de orientación y alguna que otra vez del GPS es una experiencia inolvidable.
La holografía y superficies del terreno parecían diseñados para exprimir todo el jugo a nuestras bicicletas, charcos, barro, lluvia, niebla, subidas, bajadas, pistas, senderos....y así nos íbamos dirigiendo hacia una cascada de la que nos habían hablado.
Cuando te mueves de esta forma es posible que te lleve una tarde entera hacer 35 kms, y mas cuando aparecen los típicos pinchazos, te paras para hacer una foto, peleas contra los desniveles (casi 800 en tan poca distancia, pero los saboreas de una forma increíble, esto precisamente es lo que buscábamos esos 35 te saben a 130.
Si una ventaja tienen estas bicicletas es su peso, y su maniobrabilidad heredada del ciclocross, y es que hubo senderos que no eran transitables para la bicicleta como el que nos encontramos para desdender hasta la increíble cascada, pero no hubo ningún problema en colgarnos las bicis por el hombro y bajar dando un paseo.
Aunque teníamos intención de volver a salir el domingo por la mañana, el tiempo se nos echaba encima, y todavía le quedaban por delante muchas horas de conducción a los amigos de Madrid, por lo que optamos por recoger con calma y quedarnos en la casa disfrutando del sol que daba en la terraza saboreando los momentos que nos quedaban juntos, y tramando cuando y como sería la siguiente, porque tenemos claro que HAY QUE REPETIR LO ANTES POSIBLE.
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