A diferencia de todos los trabajos de bicicletas de frenos de varilla que hemos hecho hasta la fecha, que acabaron siendo trabajos de recuperación/customización, esta Beitegui Hermanos, nos llegó completa, y aunque pintada a brocha y con los cromados totaltmente podridos, en un estado mecánico que casi permitia utilizarla.
Como siempre, lo primero desmontarla, que para no variar dio algo mas trabajo del previsto con algún tornillo roto, otro que semejaba soldado....para enviar a chorreo, y posterior imprimación.
Una vez con la bici en nuestro poder y sin habernos encontrado con sorpresas indeseadas como otras veces de soldaduras rudimentarias, pusimos la bici en manos de nuestro hombre de la pintura, para que a base de horas de pasta, lija y aparejo, consiguiese devolver un aspecto uniforme a la tubería libre de picadas y rugosidades.
Lo siguiente, desmontar meticulosamente las partes que irían a cromar, manillar y varillas de freno, bielas, tija, puentes de freno....
Para la pintura optamos por el negro original con fileteados (hechos con máscaras) dorados , y tras gestionar las calcas réplica de las de serie, y colocarlas, una capa de lacado para protegerlas.
Para el montaje tratamos e mantener la mayoría de la tornillería original, tras recuperla y tratarla sobre todo los bonitos tornillos de latón que tan bien le sientan a juego con los dorados de la pintura.
La pieza que no conservaba original la bicicleta, era el sillín que fue sustituido en su día por uno posterior de plástico y forrado con una funda rudimentaria, para rematar el aspecto señorial de esta belleza un Brooks B67 un clásico que siempre funciona.
Una vez rematada la bici, decidimos que unos pedales réplica actuales redondearían el aspecto inmaculado de la bicicleta.
El resultado no nos puede gustar mas! seguramente una de nuestras mejores restauraciones hasta la fecha.
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