El camino de Santiago en bicis gravel (1ª parte)

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Normalmente soy yo al que se le meten ideas en la cabeza e intenta convencer a algún ingenuo para que le acompañe, pero esta vez me convencieron a mi. Ya el año pasado teniamos previsto hacer desde Logroño, donde vive mi amigo de la infancia Victor, el camino de Santiago, pero no encontramos fecha. Esta vez disponiamos de una semana, y para variar de muy poco presupuesto, por lo que optamos por llevar unas hamacas y sacos para dormir al raso y no depender de horarios ni complicaciones con albergues.



Como siempre nuestra especialidad es no planear demasiado, simplemente echamos un vistazo a la ruta  que vamos a hacer y  nos tiramos a pedalear, moviéndonos por sensaciones, si vamos bien seguimos, sino ya vemos como hacemos, pero así no te expones a los agobios de no llegar a donde tenias previsto, etc...
Teníamos claro que las bicicletas perfectas para esta aventura eran las gravel, nos permitirían disfrutar de los senderos del camino histórico, y  la vez, de poder avanzar cómodamente por carretera en caso de querer o necesitar ir  rápido, en zonas donde el sendero discurre paralelo a esta, que son muchas.



Yo opté por unas bolsas de bikepacking, ligeras y que en el caso de la bolsa de sillín, al no ir ancladas como un portabultos tradicional, resultan ser mucho mas eficaces para pedalear por caminos en mal estado, y la bolsa del cuadro traslada mas peso al centro de gravedad con lo que hace la bici mas manejable. En mi caso la bici rondaba los 18 kgs y en el de Victor ascendía a 23 ya que su bici pesa un par de kgs mas de serie, y llevó algunas cosas mas que yo.


dia 1º

El viernes nos fuimos a Logroño, y desde allí nos llevarían a Francia a San Jean Pied du Port, para arrancar el camino el sábado a media mañana, pero entre conversaciones y lios con el GPS, nos confundimos y cruzamos al país vecino por un paso de montaña, y alli el tiempo nos preocupó realmente ya que la sensacion térmica era bajísima, y llovia copiosamente, para lo que no íbamos preparados, ya que esperábamos temperaturas altas por casi toda la península.
Esto nos llevo a tomar la decisión de adelantar el comienzo del viaje al otro lado de los Pirineos para empezar a bajar de la montaña lo antes posible y no empapar la ropa con la que debíamos pasar la noche, comiéndonos unos 20kms.


Y asi con lluvia y frio arrancamos el viaje desde Roncesvalles, por el camino original siendo los primeros kms verdaderas rutas de mtb, con fuertes pendientes con caminos muy rotos de piedras y abundante barro. Pero con toda la emoción sin darnos cuenta llegamos al primer pueblo donde hicimos la primera de las muchas comidas de picnic a lo pobre.





En bici avanzas lo suficientemente lento como para fijarte en cada piedra del camino pero lo suficientemente rápido como para que los paisajes cambien muy rápido y así después de comer ibamos avanzando por la zona montañosa y verde del norte de Navarra hacia unos terrenos mas llanos y secos en dirección a Pamplona, pasándola a media tarde y continuando rumbo a Estella. Cuando llevábamos unos 80kms el cuerpo estaba cansado y buscamos sitio para hacer la primera noche.



Para hacer noche optamos por una hamaca muy ligera y facil de transportar con una funda americana, y una funda vivac para que no se mojase con el rocío, y por si las moscas una pequeña manta. Todo esto resultó ser muy justo, ya que de noche las temperaturas rondaban los 10º y las espaldas se enfriaban....

dia 2º

Tras descansar regulín, comenzaba el segundo día, y partíamos en dirección a Logroño, decidimos por la mañana avanzar por la carretera para soltar las piernas, un poco doloridas,  ya que el camino circulaba paralelo, consiguiendo así evitar los peregrinos a pie de las primeras horas del día y entrábamos ya en La Rioja a la tarde, con sus tierras rojas y sus viñedos, rodando muchos kms por caminos de grava y pequeños guijarros 





La mañana con calor, pero durante toda la tarde las nubes de tormenta nos rondaban, llegando incluso a caer alguna gota, y cuando pedaleábamos ya rondando los 120 kms y parecía que si iba a empezar a llover en serio, nos encontramos en un pueblito de cuatro casas a un hombre que tenia habitaciones de su casa a "la voluntad" con lo que consideramos buena idea descansar bien y cargar pilas de los aparatos (movil, gps, luces)....



dia 3º


Y menos mal que descansamos! porque a media mañana del día siguiente  nos enfrentamos al puerto de la Pedraja, con 1.200 mts de altura, y una sucesion de rampas duras con el suelo de guijarros muy sueltos que exigían mucho esfuerzo para pedalear..., una vez superado este y tras una larga bajada, nos dirijíamos a la zona de Castrillo delVal, donde  un anciano al que le preguntamos nos tendió una emboscada, indicándonos que subiendo una pequeña colina nos ahorrariamos varios kms y solo eran unas piedras de nada......


esas piedras de nada resultaron ser cuchillos de piedra pómez que no te dejaban ni apoyar el pie empujando por la bici......tras bajar de ese infierno y comprobar que las bicis seguian enteras continuamos hacia Burgos para visitar a los amigos de e330 y aprovechar a dar un repasito a las flacas y lubricarlas, aunque fue en balde porque estában disfrutando del red hook crit en Barcelona.


Como podeis ver no entro a hablar del tema monumentos o catedrales, porque ciertamente ESO ERA LO DE MENOS en este viaje....
Una vez mas, buscamos un super y tiramos de menú low cost a base de bocata, fruta, y algo caliente: unos dias una pasta deshidratada, otros un bote de lentejas....ahorrándonos mucho y permitiéndonos bajar el presupuesto hasta unos 10€/dia incluyendo todo.


Dejando Burgos atrás, entrábamos en la basta llanura castellana, con muuchos kms de carretera y poco que ver, por lo que decidimos meter la presión máxima a las ruedas y mallar horas de asfalto, y cuando empezábamos a volar a unos 30kms/h de media, un reventón de una rueda, posiblemente provocado por la suma de los factores maxima presión+mucho calor, nos detenía en seco, y como los problemas nunca llegan solos, resultó que la otra cámara que nos quedaba, estaba rajada de guardarla a presión con la herramienta y otros útiles, y para ponernos un poco mas de mala  leche, resulta que no había forma de que los parches aguantasen pegados.....haciendo que tuviésemos que parar cada pocos kms.....



Entre parche y mas parche oteamos  una población en el horizonte, ante la desesperada preguntamos en un taller de tractores, sin suerte nos dijo que probásemos en una ferretería......y allí en la ferretería Cosas se obró el milagro y nos vendieron un par de camaras 700x38, cansados y apurando al máximo las horas del día encontramos una maravillosa plantación de pinos para hacer noche.



dia 4º

Tras descansar bien, la idea era atravesar la planicie para acabar el dia en Leon , y de paso visitar a nuestros compadres de Monn bike shop, en el mejor delos supuestos hacer alli el necesario ajuste a las bicis que emitian ruidillos propios del castigo al que las sometimos, pero entre senderos y carreteras hechas con tiralineas, nos pusimos en Leon a la hora de comer, a pesar del  viento fastidioso y con un calor sofocante,con lo que aprovechamos para darnos un remojo!






y viento en popa a toda vela continuamos rumbo a Astorga, con la mala pata de que un alambre atravesó la rueda de mi compadre (otra vez), y echándosenos la noche encima tiramos de albuergue en la bonita villa Hospital de Orbigo





  

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